CIUDAD DE MÉXICO.- Científicos mexicanos del Instituto de Ciencia y Tecnología del Distrito Federal (ICTDF) desarrollaron un método para detectar el virus H1N1 en un plazo máximo de 24 horas con más del 95 por ciento de certeza, informó hoy el Gobierno capitalino. Las autoridades indicaron en un comunicado que el ICTDF "desarrolló un método de diagnóstico molecular para la detección del virus H1N1 en colaboración con la empresa Biodetecta, y en alianza con los institutos de Biotecnología y de Investigaciones Biomédicas de la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México)". "Con esta prueba, que será presentada próximamente en Ciudad de México, será posible determinar de forma rápida -24 horas- la presencia del virus H1N1, a través de una muestra de raspado nasofaríngeo con una certeza mayor al 95 por ciento", señaló el comunicado. El reporte explica que este avance tecnológico se dio a conocer durante el Congreso de la Asociación de Directivos de la Investigación Aplicada y el Desarrollo Tecnológico (Adiat), que se llevó a cabo en Guanajuato, centro de México, del 7 al 9 de abril. En el evento se analizaron las mejores prácticas y algunos casos exitosos en materia de vinculación entre academia, empresas y Gobierno, tanto en México como en otros países, y se analizaron las estrategias para fomentar la práctica de la integración efectiva y la transferencia de tecnología.
México será selectivo ante opciones de biotecnología en alimentos
Activistas cuestionaron el que la FAO no haya dado espacio a las organizaciones que se oponen a los transgénicos. A. CAMACHO
La FAO niega presionar a los gobiernos en el tema de transgénicos
El reto es tener una producción de alimentos en forma sustentable, además de la preservación de los recursos de la biodiversidad
GUADALAJARA, JALISCO.- Ante las ventajas y riesgos que presentan las diferentes opciones de la biotecnología, México será selectivo para discernir y con ello lograr beneficios en el incremento de la producción de alimentos. Lo mismo ocurrirá en la toma de medidas pertinentes para la protección de su biodiversidad, aseguró el coordinador de Investigación del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales Agrícolas y Pecuarias (Inifap), Salvador Fernández Rivera, en la conclusión del foro de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) celebrado en Guadalajara.Precisó que la postura de cautela ante los beneficios y riesgos de la biotecnología, se tienen plasmados en el marco normativo aplicado a la comercialización y experimentación de Organismos Genéticamente Modificados (OGM), conocidos como transgénicos, concretamente ante el maíz que se produce bajo un esquema experimental.Expresó que el reto de nuestro país es tener una producción de alimentos en forma sustentable, además de la preservación de los recursos de la biodiversidad. En esto, aludió como ejemplo a un proyecto de un banco de recursos genéticos en construcción en Tepatitlán. Trajo a colación que se tiene en marcha una campaña de recolección de los maíces nativos de México, con el fin de tenerlos debidamente detectados y, de ser posible, propiciar que sean utilizados por los agricultores. En el ámbito de la ganadería, apuntó que nuestro país debe aprovechar los instrumentos de la biotecnología para mejorar las metodologías de diagnóstico de enfermedades y la producción de vacunas para avanzar en la salud animal.Exhorto de la FAO El director adjunto de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Modibo Traore, nuevamente afirmó que esta institución no propone las variantes de la biotecnología en forma específica a los países, lo que incluye a los OGM.Aseveró que será decisión de cada gobierno decidir si acepta o rechaza cualquiera de las modalidades de la biotecnología. En el mismo sentido, el director de Desarrollo Vegetal de la FAO, Shivaji Penday, resaltó que indebidamente muchos gobiernos, y hasta algunos científicos, reducen la biotecnología a los OGM, “lo que implica cerrarse a las oportunidades de conocimientos que pueden aportar mejores condiciones económicas de la gente del medio rural, donde se vive un círculo negativo de pobreza y marginación”.Activistas critican exclusiónAyer se realizó la sesión final del encuentro técnico de la FAO en Guadalajara. Los activistas Silvia Ribeiro y Pat Mooney cuestionaron que en el formato de la reunión se negara la participación de las organizaciones de ciudadanos y agricultores que se oponen a los transgénicos. “Los directivos de la FAO se han puesto de publicistas de las grandes transnacionales que comercializan los alimentos a base de OGM”, destacó Money.
Esperan que el país llegue a competir con empresas como Monsanto en la venta de semillas como ya lo hace Brasil
Asegura experto que debe generarse una política de estado para que los beneficios de la biotecnología lleguen a los productores
GUADALAJARA, JALISCO.- El secretario de la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados (CIBIOGEM), Reynaldo Ariel Álvarez Morales afirmó que el campo mexicano requiere de una política de estado y condición integral para que los beneficios de la biotecnología se pongan al alcance de los productores y con ello repercutir en beneficio de la población.El funcionario dijo que México debe dar pasos similares a los que han dado otros países como es el caso de Brasil cuyo organismo estatal conocido con EMBRAPA, es competidor en la venta de semillas ante grandes trasnacionales como Monsanto y Dupont.El secretario de la CIBIOGEM destacó que la decisión que México tome en autorizar o rechazar el uso de maíz transgénico debe ser resultado de una evaluación con criterios científicos y no por la simple razón de quienes sin fundamento sólido se oponen a la transgenia.“El flujo de genes ocurre con o sin experimentación de transgénicos”.Álvarez Morales participa en la reunión de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) sobre biotecnología que se realiza en esta ciudad.
Se pretende crear un foro alternativo al de la FAO en Guadalajara
De esta forma, se quiere luchar contra el hambre
La biotecnología debe ser una herramienta para los países más pobres
La Organización pidió a los países en desarrollo aumentar sus inversiones en investigación en biotecnología
CIUDAD DE MÉXICO.- La Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) pidió hoy a los países en desarrollo aumentar sus inversiones en investigación en biotecnología para apoyarse más en ella en la lucha contra el hambre.En una sesión informativa para presentar la Conferencia "Biotecnologías Agrícolas en los Países en Desarrollo (ABDC-10)", que se celebrará la próxima semana en Guadalajara (México), Shivaji Pandey, director de Producción y Protección Vegetal de la FAO, pidió a los países "gastar el 7% de su Producto Interior Bruto (PIB)" en agricultura para frenar el avance del hambre.En vídeoconferencia desde la sede de la FAO en Roma, Pandey señaló hoy que existen más de mil millones de personas malnutridas o padeciendo hambre, por encima de los 842 millones que había a comienzos de los noventa, lo que aleja el cumplimiento de ese Objetivo de Desarrollo del Milenio (ODM)."Nuestra evidencia es que los países en vías de desarrollo han ignorado la inversión en agricultura, excepto en dos o tres casos, han bajado la inversión en los últimos 25 años, y la ayuda internacional para agricultura, del 17% en 1980 a casi 3% en 2005-2006", indicó.A su juicio la biotecnología debe ser una herramienta para los países más pobres que les permita, si es bien empleada, "aumentar las ganancias en rendimiento", "acelerar las pautas para buscar soluciones a problemas agrícolas de pequeños agricultores", y "conservar recursos naturales"."Si podemos producir más en la misma tierra no tendremos necesidad de destruir más zonas forestales o sembrar en tierras no aptas para la agricultura", sostuvo.Sobre el mismo asunto Andrea Sonnino, jefe de Investigación y Extensión de la FAO, reconoció que en general las ciencias de la vida han progresado mucho en los últimos años aunque ello "no está beneficiando mucho a los pobres"."La mayoría de los avances científicos son hechos en los países avanzados, en el sector privado. Entonces son dirigidos al mercado de los países industrializados, entonces se dirige a beneficiar a los agricultores ricos de esos países", alertó.Sobre la base de datos de 2000, indicó que el 94% de las inversiones en investigación agrícola se concentraban en los países desarrollados y sólo el 6% en los demás.En la conferencia de la semana próxima, prevista del 1 al 4 de marzo, Sonnino espera que las discusiones se centren en "cómo dirigir los avances de las ciencias para el beneficio de los pequeños agricultores, pescadores, de las personas que dependen de los bosques, en los países en desarrollo".El objetivo será ayudarles "a ampliar sus capacidades y estrategias y capacidades nacionales en materia de biotecnología en el contexto más amplio de la investigación agrícola al servicio del desarrollo".A la conferencia han sido invitados 60 países y en la cita estarán representadas organizaciones nacionales e internacionales, el sector privado así como algunas ONG, indicaron los organizadores.Ante el encuentro, 48 organizaciones civiles y activistas internacionales y 49 ONG y particulares mexicanos difundieron hoy una carta crítica con esta reunión y con la FAO, a la que acusan de "patrocinar una conferencia técnica (...) con énfasis en cultivos transgénicos en un momento en que el Gobierno mexicano ha autorizado la siembra experimental de maíz transgénico".Varias de estas ONG, encabezadas por Greenpeace, promoverán la celebración de un foro alternativo al de la FAO en Guadalajara.
El doctor Yusuke Nakamura, de la Universidad de Tokio, se refirió a la importancia de los progresos en el conocimiento del genoma humano.
TOKIO, JAPÓN.- Japón y México acordaron hoy en Tokio colaborar los próximos años en su investigación sobre el genoma humano para avanzar en la identificación de sus variaciones y lograr una práctica médica más individualizada y preventiva.Así lo explicó el fundador y ex director general del Instituto Nacional de Medicina Genómica de México, que participa hoy en un seminario en la capital nipona junto a otros científicos mexicanos y japoneses.El objetivo de ese encuentro fue revisar el trabajo de ambos países durante la última década en el desarrollo de la medicina genómica y compartir esas contribuciones, explicó Jiménez, elegido en 2007 presidente del Grupo de Trabajo sobre Biotecnología de la Organización de Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).Entre los temas tratados figuraron los avances en medicina cardiovascular y oncología, la legislación y regulación, así como los aspectos éticos de cada país.Además, los científicos hablaron sobre los últimos análisis de población de ambos países y los llamados "biobancos", para los que ya existe la primera guía de control, establecida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en octubre.El doctor Yusuke Nakamura, de la Universidad de Tokio, se refirió a la importancia de los progresos en el conocimiento del genoma humano ya que permiten detectar si un fármaco puede tener efectos favorables o adversos en un paciente.Según explicaron Nakamura y Jiménez, todas las personas compartimos el 99,9 por ciento de la composición del genoma humano, pero existen unas mínimas diferencias que se deben a "nuestros ancestros", indicó el científico mexicano.Por ello, "esto es una oportunidad para ampliar informaciones y contribuir a la mejora de los cuidados médicos", explicó a Efe el científico japonés, uno de los líderes mundiales en las aportaciones al proyecto del genoma humano desde la década de 1980.